Las plantas carnívoras pueden ser fábricas de fármacos. La medicina ha descubierto que la estrategia que usan para capturar a sus presas puede tener utilidad clínica. El procedimiento consiste en insertar el gen de la proteína que pretende fabricarse a gran escala en el ADN de estas plantas, de forma que los jugos gástricos que produzca contengan dicha proteína. El sistema tiene varias ventajas: las moléculas son fáciles de extraer de los jugos, es inofensivo para la salud humana, porque los patógenos de estas plantas no afectan a los humanos, su capacidad de producción es muy grande y además no hay riesgo de que la “máquina” sufra ninguna avería.
Redacción QUO
Los participantes en el ensayo pionero de edición genética CRISPR muestran que puede tratar enfermedades…
Un nuevo estudio cuestiona las directrices sobre suplementos de vitamina D, porque no todo el…
Un estudio confirma que empezar a hacer ejercicio en la mediana edad podría "revertir" los…
La falsificación de bebidas alcohólicas alcanza una de cada cuatro botellas que se venden en…
Revelado el rostro de una hembra neandertal de 75.000 años de la cueva donde la…
Los científicos descubren rasgos cancerígenos en la aterosclerosis, lo que abre la puerta a nuevos…