La sensación del equilibrio se sustenta en tres mecanismos: la identificación visual de los objetos, la percepción inconsciente de la fuerza gravitatoria (sentir dónde están “arriba” y “abajo”) y la estimulación del sistema vestibular del oído interno, encargado de detectar la estabilidad del organismo.
Cualquier cambio inesperado de la dirección o del sentido del movimiento produce una agitación igualmente brusca del líquido contenido en el oído interno, al tiempo que fuerza al sistema visual a “agarrarse” a alguna referencia física. Para que el mareo aparezca es necesario que los tres mecanismos que sustentan el equilibrio se vean alterados; si uno de ellos no se altera, el mareo no aparece.
Una vez que se produce el mareo, hay una zona del cerebro que se estimula y, a su vez, pone en marcha el mecanismo del vómito.
Redacción QUO
La clave está en cuánto somos capaces de predecir de la pieza, y hasta qué…
Un nuevo estudio prevé un fuerte aumento de la mortalidad relacionada con la temperatura y…
Los investigadores ha descubierto un compuesto llamado BHB-Phe, producido por el organismo, que regula el…
Un nuevo estudio sobre la gran mancha de basura del Pacífico Norte indica un rápido…
Una nueva teoría que explica cómo interactúan la luz y la materia a nivel cuántico…
Pasar dos horas semanales en un entorno natural puede reducir el malestar emocional en niños…