Cuando te has duchado esta mañana, ¿te has fijado en cómo de limpia está la alcachofa de tu ducha? ¿El hecho de que esté adquiriendo un cierto color extraño no te hace preguntarte cómo de sano es el agua que pasa por ella? La humedad propia de los baños unida al calor del agua caliente que sale por ella, hace que los microorganismos encuentren ahí el mejor sitio para montar una «party». ¿Deberíamos preocuparnos más por ello?
Esta es la pregunta que se hizo un grupo de investigadores de la Universidad de Colorado, que examinó un total de 656 duchas repartidas por Estados Unidos y 13 países europeos. Para una de las componentes del estudio, la profesora de ecología y evolución biológica Noah Fierer, «hay un fascinante mundo de microbios viviendo en la alcachofa de tu baño y estás expuesto a todas ellas cada vez que te duchas».
Según el estudio, publicado en la revista mBio, las bacterias que se han encontrado son en su mayoría no dañinas para la salud, pero hay algunas cepas (encontradas sobre todo en EEUU) que podrían derivar en graves infecciones pulmonares por microbacterias no tuberculosas. A pesar de estos resultados, el riesgo de contagio es bajo y podría afectar a gente que tuviera un sistema inmune muy debilitado (pero le pasaría en la ducha como en cualquier otra parte de la casa, por lo que deben tener un cuidado especial de su salud).
El estudio apunta que para el resto de personas con buena salud es incluso bueno estar expuestos a estas bacterias para reforzar nuestro sistema inmune: «La gran mayoría de los microbios no son dañinos, pero cuando estos pasan a serlo es necesario entender cómo influyen nuestras acciones diarias para que esto ocurra. Según sean los sistemas de tratamientos de agua o los materiales usados en las tuberías, las comunidades de microbios pueden transformarse considerablemente. De ahí la importancia de este estudio». Un ejemplo en este sentido: si las alcachofas están hechas de metal, las bacterias campaban más a sus anchas que si eran de plástico.
¿Consejos para evitar problemas de salud?
Es imprescindible desinfectar el baño al menos una vez a la semana. Esto no implica solo el mando de la ducha, sino también el sumidero, así como las cortinas o las puertas de cristal (si las hubiera). Incluso es bueno plantearse usar un cepillo de dientes para rasgar ciertas zonas en las que comience a aparecer más suciedad, así como meter la alcachofa en una solución desinfectante cada cierto tiempo como, por ejemplo, agua con vinagre.
Fuente: Medical Daily