Los matones de patio de colegio no solo no sienten empatía ante el dolor ajeno, sino que disfrutan con los efectos de su agresividad extrema. En la Universidad de Chicago han analizado mediante resonancia magnética su respuesta cerebral mientras miraban vídeos de alguien infligiendo un daño. El resultado ha sorprendido a los investigadores: dos zonas del cerebro, la amígdala y el estriato ventral (responde cuando nos sentimos recompensados) registraban mayor actividad cuando veían las imágenes.

CIFRAS

Según un estudio de la Universidad Miguel Hernández de Elche, algunas amistades pueden ser muy peligrosas: los adolescentes empiezan a beber si el mejor amigo también lo hace.

13. Las probabilidades de consumir alcohol se multiplican por trece si el amigo es bebedor.
50% menos de probabilidades de serlo cuando los padres son abstemios.
12-14 años. A esta edad, el mejor amigo es la principal influencia; a partir de los 15, el círculo se amplia también a los hermanos.

Redacción QUO