Los estudios observacionales (con todas las limitaciones que conllevan) habían mostrado una relación inversa entre el tabaquismo y la obesidad. Es decir, las personas que fuman parecían estar más delgadas que el resto, aunque tenían tendencia a aumentar mucho de peso cuando abandonaban el hábito.

Pero, ahora, por primera vez otro estudio ha dado la vuelta a esa idea, encontrando la existencia de un posible vínculo entre el sobrepeso y el riesgo de convertirse en fumador.

La investigación ha sido realizada por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (InvC) y la Universidad de Bristol (Reino Unido), basándose en marcadores genéticos de la obesidad utilizando datos del Biobanco del Reino Unido.

Y lo que observaron es que existía un mayor riesgo de convertirse en fumador en aquellas personas con un mayor porcentaje de grasa corporal y con una mayor circunferencia en la cintura. Según los investigadores, estos resultados sugieren que podría existir una base biológica común para conductas adictivas como el ingerir más calorías y el hábito de fumar.

Fuente: SINC.

Vicente Fernández López