Un ensayo controlado del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba prueba la eficacia de la vitamina D para evitar las peores consecuencias de la COVID-19, corroborando los datos de estudios anteriores
A lo largo de la pandemia de COVID-19 se han sucedido los distintos tratamientos que prometían evitar la mortalidad y reducir la gravedad de los enfermos. En muchos casos, solo había datos estadísticos para sustentar la eficacia de los tratamientos, y muchos, como la hidroxicloroquina, se han descartado por ineficaces. Sin embargo, la única forma fehaciente de comprobar si un tratamiento es eficaz es hacer un ensayo controlado y aleatorizado. Esto es lo que ha ocurrido recientemente con la vitamina D.
Desde la fase temprana de la pandemia se pudo observar que había una relación entre los niveles en sangre de vitamina D y la gravedad de los síntomas de la infección de SARS-CoV-2. Las personas que sufrían una deficiencia de esta vitamina, estadísticamente tenían mayores probabilidades de tener síntomas más graves.
Sin embargo la correlación no implica causalidad, y en ese momento no era posible afirmar que la vitamina D protegiera a los enfermos. Para probar una relación de causa-efecto es necesario comprar a dos grupos de pacientes, uno que recibe vitamina D, y otros que no, al azar, y sin que los pacientes ni los médicos sepan cuál es el tratamiento recibido. Esta es la forma de eliminar el efecto placebo.
El estudio se publicó la semana pasada, ha sido revisado por pares, y realizado por el equipo de la doctora Marta Entrenas Castillo y su equipo del Hospital universitario Reina Sofía de Córdoba.
En el ensayo se trató a 76 pacientes ingresados con neumonía a causa de COVID-19. A todos los pacientes se les administró Hidroxicloroquina y azitromicina, además de antibióticos cuando fue necesario. La vitamina D se suministró en forma oral como calcifediol, el mismo metabolito de vitamina D que fabrica nuestro hígado a partir de la vitamina D3, y que es el que circula por nuestra sangre y aparece en los análisis.
El calcifediol, también llamado 25-hidroxivitamina D, es cinco veces más potente que la vitamina D3 que se encuentra en las farmacias para aumentar los niveles en sangre. A los pacientes se les suministró el equivalente a 106.400 IU el primer día, 53.200 al día durante el resto de la semana, y a partir de entonces, 53.200 IU por semana. En comparación, los suplementos de D3 suelen tener unas 500 IU.
Una sola dosis de 100.000 IU Hace subir los niveles en sangre hasta los 20-30 ng/ml. Hay que tener en cuenta el nivel que se considera adecuado esta entre 20 y 50, y la media en Andalucía que se tomó como referencia en el estudio estaba sobre 16 ng/ml.
Los resultados del experimento han sido un éxito sin precedentes. La mitad de los pacientes que no habían recibido vitamina D tuvieron que ser ingresados en la UCI. Por el contrario, solo el 2 % de quienes sí recibieron vitamina D (una sola persona) necesito el ingreso en la UCI. De los 13 pacientes que no habían recibido vitamina D y que fueron ingresados en la UCI, dos fallecieron.
El estudio es pequeño, pero las otras variables que podrían influir en el resultado estaban distribuidas de forma similar en los dos grupos, con ligeras diferencias, por ejemplo, en la tensión arterial o presencia de diabetes.

Los resultados corroboran el primer estudio observacional sobre los efectos de la vitamina D, que encontró que el 96 % de los casos graves de COVID-19 ocurrían en personas con niveles de vitamina D por debajo de 30 ng/ml.
En otro estudio sobre los efectos en la mortalidad en Indonesia, se comprobó que solo el 4 % de los pacientes con niveles de vitamina D por encima de 30 ng/ml murieron a causa de la COVID-19, mientras que el 99 % de quienes sí murieron tenían niveles más bajos.
Hay que tener en cuenta que el estudio controlado que se acaba de publicar solo afecta a la gravedad de la enfermedad y la mortalidad, pero no al riesgo de infección. Aunque hay algunos estudios no controlados que han observado una relación entre un menor riesgo de infección por SARS-CoV-2 para las personas con niveles altos de vitamina D, no se puede afirmar que tomar vitamina D proteja contra el virus.
Lo que ha quedado un poco más claro con este experimento es que la vitamina D es un tratamiento efectivo para los enfermos.
REFERENCIAS
Patterns of COVID-19 Mortality and Vitamin D: An Indonesian Study
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