El coronavirus SARS-CoV2 ha mutado y se extienden nuevas variantes, ¿será necesario modificar las vacunas que ya tenemos?
Ya hace casi un año que la OMS declaró la pandemia mundial por COVID-19. En ese momento la comunidad científica comenzó una carrera contrarreloj para lograr una vacuna que protegiera a la población. Estos esfuerzos han dado sus frutos y ya ha comenzado la campaña de vacunación en muchos países.
Sin embargo, surge la duda de si las nuevas variantes de coronavirus, como sudafricana o la brasileña, serán capaces de evadir la respuesta inmunitaria generada por las vacunas. Los virus pueden desarrollar resistencia a los tratamientos antivirales, como el remdesivir, pero es muy raro que se vuelvan resistentes a las vacunas.
Sin embargo, cuando un virus muta de forma significativa, la vacuna puede dejar de funcionar. Esto ocurre, por ejemplo, con la vacuna de la gripe, que debe ser actualizada cada año. ¿Es el caso con el coronavirus?
Kanta Subbarao, viróloga del Instituto Peter Doherty en Melbourne, Australia, cree que todo apunta en esa dirección, pero no inmediatamente. Sin embargo la variante sudafricana es un caso especial. Los primeros ensayos realizados muestran que los anticuerpos generados tras la vacunación son menos eficaces contra la variante sudafricana.
La empresa Novavax publicó unos resultados que indicaban que su vacuna tenía una eficacia del 85% contra la variante de Reino Unido, pero menos de un 50% de eficacia frente a la sudafricana.
El gobierno de Sudáfrica ha detenido la administración de la vacuna fabricada por AstraZeneca ya que no es eficaz contra su variante del coronavirus, que es responsable del 90% de los casos en aquél país. Sin embargo, las vacunas de Pfizer, Johnson & Johnson y Moderna sí parecen ser eficaces contra esta variante.
Como indica Paul Bieniasz, virólogo de la Universidad de Rockefeller, en Nueva York, parece inevitable la necesidad de actualizar las vacunas en el futuro para que mantengan su eficacia.
Los científicos, las autoridades y las empresas farmacéuticas ya han empezado a estudiar esta cuestión en relación con el coronavirus. Las investigaciones se centran en sus nuevas mutaciones y analizan si se reduce con el tiempo la respuesta inmune generada por las vacunas.
Kanta Subbarao ha sugerido que el modelo de actualización podría ser similar al de la gripe. En el caso de la gripe se estudian anualmente las cepas emergentes de las diferentes partes del mundo. A continuación, estas se exponen a los anticuerpos que se generaban con la vacuna del año anterior. Si la nueva variante del virus de la gripe no es neutralizada en cierta proporción por los anticuerpos se actualiza la vacuna. Esta actualización solo se realiza si la nueva variante está muy extendida.
La investigación no ha concluido, pero parece que la variante sudafricana del coronavirus puede estar en el umbral en el que se considera necesaria una actualización de la vacuna. Kanta Subbarao ha señalado que las discusiones acaban de empezar y que no se puede perseguir todas las variantes del virus que surjan.
Las vacunas fabricadas por Moderna y Pfizer son de tipo ARNm. En cambio, la vacuna producida por AstraZeneca y la de Janssen se basan en el uso de un vector viral. Por este motivo la actualización de las vacunas dependerá de la tecnología en la que se basa cada una de ellas.
El funcionamiento de las vacunas ARNm se basa en introducir en las células la información necesaria para que produzcan la proteína «spike» del virus. Esta proteína está presente en la superficie del virus, y es la que provoca que el organismo la identifique como extraña y el sistema inmune genere anticuerpos que se unen a la proteína y de este modo neutralizan al virus.
Cuando una persona recibe la vacuna, sus propias células crean copias de la proteína spike del coronavirus, lo que activa la generación de anticuerpos sin necesidad de entrar en contacto con el virus. Las vacunas actuales se basan en la proteína spike presente en la variante detectada en Wuhan. Sin embargo, las nuevas variantes como la de Sudáfrica presentan mutaciones en esta proteína y los anticuerpos son capaces de neutralizar el virus.
Moderna ya ha comenzado a trabajar en la actualización de su vacuna ARNm. Para ello deberán modificar la secuencia de ARNm en la que se basa. De este modo las células de la persona que recibe la vacuna generaran la proteína spike correcta y una respuesta inmune efectiva.
También se ha planteado la posibilidad de aumentar la vacunación a una tercera dosis, o de administrar una vacuna multivalente capaz de inmunizar frente a más de una variante del virus.
Las vacunas, antes de ser aprobadas por primera vez, deben pasar por las diferentes fases de ensayos clínico. La vacuna contra el coronavirus también ha seguido este proceso, si bien mucho más rápido que vacunas anteriores. Pero repetir este ensayo con cada variante que aparezca sería muy costoso. La vacuna de la gripe, por ejemplo, no se somete a un ensayo clínico cada temporada. Sin embargo, la vacuna frente al coronavirus es nueva, y los expertos están sugiriendo que sería conveniente realizar al menos un ensayo clínico de manera previa para las actualizaciones.
Los científicos todavía no saben cómo responderá una persona que ya ha sido previamente vacunada al administrarle la vacuna para las nuevas variantes. Los resultados obtenidos con otras vacunas parecen indicar que las vacunas actualizadas desencadenan una respuesta inmune más apagada. Sin embargo, las vacunas de tipo ARNm no presentan este comportamiento, pues su proceso de inmunización es más complejo y más eficaz.
Los diferentes laboratorios ya están estudiando la posibilidad de actualizar sus vacunas. Por su parte, los investigadores, como el equipo de Gritstone Oncology, ya se habían anticipado al problema de las actualizaciones, y están diseñando una vacuna eficaz frente a distintas proteínas de la superficie del virus, no solo frente a la proteína spike.
Los científicos creen que el rediseño de la vacuna frente a nuevas variantes podría durar unas seis semanas, lo difícil sería producirla en masa. Otros creen que la actualización periódica será una constante como ocurre con el virus de la gripe.
REFERENCIA
How to redesign COVID vaccines so they protect against variants
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