Frentes fríos y húmedos

Posibles alteraciones cardiocirculatorias y respiratorias. Proliferación de hongos. Trastornos hepáticos y mayor sensibilidad al dolor.

Frentes cálidos y secos

Estimulan el sistema parasimpático y alteran la neurotransmisión, lo que provoca: agresividad, irritabilidad, hipertiroidismo intermitente.

Caída de las temperaturas

El estrés que genera un descenso de la temperatura en nuestro cuerpo produce un mayor riesgo de accidente cardiovascular.

Cambios bruscos

Dolores reumáticos. Alteraciones neurológicas (migraña, crisis epilépticas). Accidentes cerebrovasculares, dolor de angina. Variaciones de glucemia.

Ola de calor

Agresividad, y consumo de alcohol y otras sustancias tóxicas. Disfunción metabólica en pacientes con trastorno de ansiedad. Empeoran los cuadros maníacos.

Lluvia y humedad

El cielo gris tiene una virtud: reduce los ataques de pánico a la mitad, pero genera mayor ansiedad, y provoca dolores reumáticos y asma.