SALUD

¿Por qué los últimos kilos son los que más cuesta perder?

No importa si durante meses o semanas has hecho todo según las normas: reducir el consumo de calorías, tener una rutina de ejercicio físico…Llega un momento en el que los kilos que uno pensaba perder parecen anclados irremediablemente a nuestro cuerpo.  ¿Por qué los últimos kilos son los que más cuesta perder?

Y la respuesta la da Peter Rogers, experto en biología y psicología. De acuerdo con Rogers, al embarcarse en una dieta, hay dos motivos por los cuales la pérdida de peso se detiene o disminuye notoriamente. El primer motivo es que el gasto de calorías disminuye con la pérdida de peso. Esto ocurre porque un cuerpo de menos peso, precisa menos calorías.

La segunda razón por la que perder peso se vuelve progresivamente difícil es que aunque se pierdan kilos, llega un aumento del apetito. Esto ocurre porque la hormona leptina le dice a nuestro cerebro cuánta grasa se almacena en nuestro cuerpo. Cuando tenemos más grasa almacenada, la leptina aumenta y reduce el apetito. Pero cuando perdemos grasa corporal, el freno de la leptina se activa y el hambre se acelera.

A largo plazo, los cambios en el gasto calórico y las reservas de grasa corporal, estabilizan el peso corporal. Pero sus efectos apenas se notan a corto plazo, es decir: tenemos hambre cuando nuestro estómago le dice a nuestro cerebro que está vacío, o casi vacío.

Desafortunadamente este órgano no tiene un contador de calorías y podemos ingerir muchas más de las que necesitamos. La cantidad que ingerimos está determinada por el contenido de grasas, carbohidratos y proteínas de los alimentos y en parte por su volumen. Por ejemplo, si la comida contiene más fibra, es difícil excederse. Por ello darse un atracón de frutas y verduras es muy complicado.

Nuestro peso peso se equilibra dependiendo de tres variables. el atractivo de los alimentos que incluimos en nuestra dieta, nuestra moderación al consumirlos y la energía que gastamos en la actividad física. “Podemos cambiar las tres variables – explica Rogers –, aunque elegir alimentos con menor densidad de energía puede ser una estrategia especialmente efectiva para reducir el peso”.

Este artículo fue publicado en The Conversation. Aquí el original

Juan Scaliter

Noticias recientes

CRISPR puede devolver la vista a las personas con problemas genéticos de visión

Los participantes en el ensayo pionero de edición genética CRISPR muestran que puede tratar enfermedades…

18 horas hace

Suplementos de vitamina D, no todo el mundo necesita lo mismo

Un nuevo estudio cuestiona las directrices sobre suplementos de vitamina D, porque no todo el…

19 horas hace

Aún hay tiempo: empezar con el ejercicio a los 50 puede remediar los daños de la inactividad

Un estudio confirma que empezar a hacer ejercicio en la mediana edad podría "revertir" los…

3 días hace

La ciencia ayuda a detectar el alcohol de garrafón

La falsificación de bebidas alcohólicas alcanza una de cada cuatro botellas que se venden en…

4 días hace

Este es el rostro de una mujer neandertal de hace 75.000 años

Revelado el rostro de una hembra neandertal de 75.000 años de la cueva donde la…

4 días hace

Los infartos podrían estar provocados por una forma de cáncer

Los científicos descubren rasgos cancerígenos en la aterosclerosis, lo que abre la puerta a nuevos…

5 días hace