Un estudio español revela que en Europa podrían miles de muertes prematuras al año si se respetaran los límites de contaminación por partículas y por NO2
Un equipo de investigadores del Instituto de Salud Global de Barcelona ha calculado cuántas personas mayores de 20 años fallecieron prematuramente en 2015 debido a la contaminación atmosférica en más de 1.000 ciudades europeas. Los detalles del estudio, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación de España, han aparecido recientemente en la prestigiosa revista médica The Lancet.
La contaminación atmosférica provoca problemas respiratorios y puede llegar a causar la muerte prematura por la facilidad que tienen las pequeñas partículas y gases contaminantes para entrar a los pulmones o al flujo sanguíneo, según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos.
Los investigadores han recopilado datos de muertes prematuras y los han comparado con los niveles de contaminación atmosférica de las ciudades europeas. Con estos datos, han concluido que podrían evitarse más de 50.000 muertes al año en Europa si se respetasen las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y más de 200.000 si se alcanzaran los niveles mínimos registrados.
Los investigadores han utilizado indicadores de calidad de vida y cantidad de población en 2015 en las principales ciudades europeas. Con estos datos completaron un mapa dividiendo las ciudades en cuadrículas de 250 m2 para hacer una evaluación del impacto en la salud más precisa.
En el estudió se calcularon las muertes naturales de personas mayores de 20 años y se compararon con los niveles de exposición a la contaminación atmosférica. En concreto, la exposición a partículas de menos 2,5 micras (PM2,5), que son 100 veces más pequeñas que un pelo humano, y la exposición al dióxido de nitrógeno (NO2).
Madrid y Barcelona, a la cabeza de muertes por NO2
Los investigadores han comprobado que, en general, para cada celda de 250 m2 del mapa, las concentraciones de PM2,5 tenían un valor medio de 12,3 μg/m3, y las concentraciones de NO2 reunieron un valor medio de 20,7 μg/m3. El primero está está por encima del nivel recomendado por la OMS de de 10 μg/m3 de PM2,5, aunque el segundo queda por debajo del valor recomendado de 40 μg/m3 de NO2.
Los resultados mostraron que se podrían evitar 51.213 muertes por exposición a PM2,5 y 900 por NO2, si se respetaran los valores de contaminación recomendados por la OMS.
También calcularon las cifras de mortalidad si la contaminación atmosférica se redujera a los valores más bajos de contaminación medidos en las ciudades europeas en 2015 (entre 3 y 7 μg/m3 de PM2,5 y entre 3 y 5 μg/m3 de NO2). En este caso, se reducirían 124.729 y 79.429, respectivamente.
Los resultados de la investigación muestran que en 2015 el 84% de la población europea estuvo expuesta a concentraciones de PM2,5 superiores a las recomendadas. Por otro lado, el 9% de la población se expuso a concentraciones superiores de NO2.
Con el fin de establecer comparaciones entre ciudades, los investigadores también hicieron grupos de países con niveles similares de muertes prematuras y contaminación atmosférica.
Las ciudades con más muertes por PM2,5 se encuentran en el norte de Italia (Valle del Po), el sur de Polonia y el este de la República Checa. En estas regiones, los principales contribuyentes a las PM2,5 son el tráfico (entre el 14% y el 39%), la quema doméstica de combustibles como carbón (entre un 13% y 48%) y las actividades industriales (entre el 20% y el 47%).
A esto se suman unas condiciones climáticas desfavorables en estas zonas concretas (ciudades situadas en valles donde el aire se queda estancado, o la quema de carbón en invierno para calefacción), según los investigadores.
Las ciudades con más muertes por NO2 están en Europa occidental y meridional, en concreto en España en Madrid y Barcelona, que rozan o superan las concentraciones recomendadas de este gas contaminante. La causa principal es el tráfico, que genera una media de entre el 47% y el 70% del total de concentraciones de NO2. El diseño de las ciudades también influye, es decir, la cantidad de población, la densidad del tráfico y el tipo de vehículos que circulan en ellas.
Por el contrario, las ciudades del norte de Europa son las que han registrado menor mortalidad por contaminación atmosférica.
Los investigadores consideran las medidas a nivel local son necesarias para llevar a cabo acciones políticas más específicas a nivel global. Con esto señalan que habría que revisar las políticas actuales y reducir aún más las concentraciones de contaminación atmosférica permitidas para lograr una mayor protección de la salud en las ciudades.
Premature mortality due to air pollution in European cities:a health impact assessment
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