Una revisión de estudios muestra que tomar probióticos junto con los antibióticos prescritos como tratamiento es necesario para reducir el daño al microbioma intestinal
Cada año se recetan millones de antibióticos. Aunque pueden ser increíblemente eficaces en el tratamiento de las infecciones, los antibióticos no solo acaban con las bacterias que causan la infección. También matan las bacterias beneficiosas que viven en nuestro intestino y nos ayudan a mantenernos sanos. Hay pruebas de que esta alteración de la composición del microbioma intestinal puede durar hasta dos años después del tratamiento con antibióticos. Los síntomas gastrointestinales, como la diarrea y la hinchazón, también son efectos secundarios comunes del uso de antibióticos.
La doctora Elisa Marroquín, profesora adjunta de la Universidad Cristiana de Texas (EE UU) y coautora del trabajo, explica que al igual que en una comunidad humana necesitamos personas que tengan diferentes profesiones porque no todos sabemos hacer cada uno de los trabajos, lo mismo ocurre con las bacterias. «Necesitamos muchas bacterias intestinales diferentes que sepan hacer cosas distintas».
«Aunque no hemos llegado a una definición única de lo que es un microbioma intestinal saludable, una de las cosas constantes que observamos en las personas sanas es que tienen un mayor nivel de diversidad y más variedad de bacterias en el intestino», afirma Marroquín.
Estudios anteriores demostraron que la toma de probióticos puede reducir los efectos secundarios gastrointestinales de los antibióticos, pero se todavía se debatía si la toma de probióticos junto con los antibióticos puede también preservar la diversidad y composición de los microbios en el intestino. Algunos profesionales de la salud son reacios a recomendar probióticos junto a los antibióticos por temor a alterar aún más el delicado equilibrio de los microbios en el intestino del paciente.
Un nuevo artículo publicado en la revista Journal of Medical Microbiology revela la primera revisión sistemática de los datos de otros 29 estudios de los últimos siete años para evaluar el efecto que tiene de tomar probióticos junto con antibióticos en la diversidad y composición del microbioma intestinal humano.
Los autores descubrieron que tomar probióticos junto con los antibióticos puede prevenir o disminuir algunos cambios inducidos por los antibióticos en la composición del microbioma intestinal. Los probióticos también pueden ayudar a proteger la diversidad de especies e incluso restaurar las poblaciones de algunas bacterias beneficiosas, como Faecalibacterium prausnitzii, que reduce la inflamación y refuerza la barrera intestinal.
Aunque los antibióticos siguen produciendo daños a la microbiota, Ccando los participantes tomaron antibióticos, la mayoría de esos cambios fueron menos pronunciados y algunos se evitaron por completo. Según Marroquín, «teniendo en cuenta los datos disponibles en humanos hasta este momento, no parece haber una razón para no recetar probióticos cuando se prescriben antibióticos».
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