Los investigadores ha descubierto un compuesto llamado BHB-Phe, producido por el organismo, que regula el apetito y el peso en el cerebro
Hace dos años un artículo publicado en Nature llamó la atención sobre los efectos de una molécula llamada Lac-Phe en ratones. Este compuesto es un metabolito derivado del ejercicio físico que se produce a partir de la unión de lactato y fenilalanina, y se ha relacionado con la regulación del apetito y el metabolismo. En otras palabras, podía ser la «pildora del ejercicio» que acabase con el problema de la obesidad. Sin embargo, un nuevo compuesto puede ser aún más efectivo.
Por otro lado, los inhibidores de GLP-1, el famoso Ozempic, son medicamentos que imitan la acción del péptido similar al glucagón tipo 1, estimulando la liberación de insulina, reduciendo el apetito y retardando el vaciamiento gástrico para controlar la glucosa y favorecer la pérdida de peso.
El BHB-Phe, un compuesto recién descubierto, reduce el apetito y el peso corporal mediante la activación de neuronas cerebrales específicas. A diferencia del compuesto relacionado Lac-Phe, el BHB-Phe utiliza mecanismos neuronales distintos para influir en el comportamiento alimentario y el metabolismo.
Hasta ahora, el BHB se conocía como un compuesto producido por el hígado para ser utilizado como combustible. Sin embargo, en los últimos años, los científicos han descubierto que el BHB aumenta en el organismo tras el ayuno o el ejercicio, lo que ha despertado el interés por investigar posibles aplicaciones beneficiosas en la obesidad y la diabetes.
En el estudio actual, el equipo de la Universidad de Stanford dirigido por el coautor Dr. Jonathan Z. Long, profesor asociado de patología, descubrió que el BHB también participa en otra vía metabólica. En este caso, una enzima llamada CNDP2 une el BHB a los aminoácidos. Además, el aminoácido BHB más abundante, el BHB-Phe, puede influir en el peso corporal y el metabolismo en modelos animales.
El equipo de Baylor, dirigido por el coautor Dr. Yong Xu, profesor de pediatría-nutrición y director asociado de ciencias básicas del Centro de Investigación en Nutrición Infantil USDA/ARS de Baylor, se encargó de investigar cómo el BHB-Phe influye en el comportamiento alimentario y el peso corporal de los ratones.
Los aminoácidos son como las letras del alfabeto de la vida. Al igual que las letras forman palabras, los aminoácidos se unen en cadenas para crear proteínas. Estas proteínas son las «palabras» que determinan el funcionamiento y el crecimiento del organismo.
«Sabemos que hay grupos de neuronas en el cerebro que regulan el comportamiento alimentario, así que cartografiamos todo el cerebro para determinar qué zonas se activaban con la BHB-Phe», explica Xu. «Descubrimos que el BHB-Phe activa poblaciones neuronales en el hipotálamo y el tronco encefálico, y esto suprime la alimentación y reduce el peso corporal. En cambio, los ratones modificados genéticamente para no producir CNDP2 y, por tanto, carecer de BHB-Phe, comían más y ganaban peso».
Curiosamente, la enzima CNDP2 que produce BHB-Phe también produce un compuesto relacionado llamado Lac-Phe, descubierto previamente por los autores. Según informan los investigadores en Nature, el Lac-Phe es un compuesto sanguíneo que se produce durante el ejercicio y puede reducir la ingesta de alimentos y la obesidad en ratones. Pero, ¿median Lac-Phe y BHB-Phe sus efectos comunes activando las mismas neuronas en el cerebro?
Imagine las enzimas como llaves que abren puertas específicas en su cuerpo. Cada enzima encaja perfectamente con una molécula específica, haciendo que las reacciones químicas esenciales se produzcan con rapidez y eficacia.
«Nuestros análisis mostraron que sólo una pequeña proporción de neuronas fueron activadas por ambos compuestos; la mayoría de las neuronas activadas por Lac-Phe y BHB-Phe eran diferentes», dijo Xu. «Esto indica la posibilidad de que, aunque ambos compuestos afectan a los comportamientos alimentarios de forma similar, median este efecto por mecanismos diferentes».
Los resultados sugieren que la nueva vía en la que interviene el BHB-Phe, que también está presente en las personas, podría estar alterada en la obesidad y quizá en otras afecciones, lo que respalda la necesidad de realizar más estudios para comprender mejor el mecanismo.
«Este trabajo abre muchas posibilidades nuevas», afirma Long. «Por ejemplo, en el futuro podría ser posible que las personas consumieran BHB-Phe para impulsar la pérdida de peso sin restringir los carbohidratos en su dieta».
REFERENCIA
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