Excavaciones realizadas en el yacimiento de Kom Ombo, un templo situado en las proximidades de la ciudad egipcia de Asuán, han servido para hacer un macabro descubrimiento
Los arqueólogos han hallado una tumba que contenía los restos de una mujer joven que murió embarazada, y del bebé que portaba en su interior.
El esqueleto del feto se encontraba con la cabeza hacia abajo, situada justo en la pelvis de su madre. Una posición que es típica de la etapa final del embarazo, lo que sugiere que la mujer (que tenía alrededor de 25 años cuando murió), pudo fallecer cuando trataba de dar a luz.
El análisis de los restos maternos han revelado también al existencia de graves lesiones en el esqueleto, que afectaban a la pelvis de la mujer. Lo que pudo complicar el embarazo y contribuir a su muerte.
La antigüedad de los restos ha sido fechada en unos 3.400 años. Se piensa que la mujer podría ser de Nubia, ya que el cementerio en el que fue hallado su esqueleto, era utilizado por gentes de dicha región que emigraron a Egipto en torno al 1.500 adC.