Arqueólogos británicos han desenterrado a orillas del Támesis un esqueleto medieval. Pero lo que hace tan especial a estos restos humanos es que en los pies han encontrado los restos (bastante bien conservados) de un par de botas de cuero. Un hallazgo bastante inusual.
Tal y como explican los investigadores, las botas no eran un tipo de calzado muy usado durante el medievo inglés, salvo por pescadores y marineros. Por lo que piensan que este hombre se dedicaba a alguna de esas profesiones. O que era lo que los británicos llaman un mudlark, persona que revolvía en el cieno de las orillas de los ríos para encontrar monedas u objetos de valor.
El esqueleto muestra también una herida en el cráneo por lo que, probablemente, murió por una caída o un golpe. El análisis de los restos también han revelado que padecía lesiones en la espalda que tuvieron que provocarle grandes dolores.
Fuente: The Guardian.