Probablemente uno de los primeros regalos (envenenados) que un estado le haya hecho a otro, ha sido el Caballo de Troya. Desde entonces ha pasado mucho tiempo y, aunque en algunos aspectos hemos evolucionado (por ejemplo en la Estatua de la Libertad, un regalo de Francia a Estados Unidos), en otros aún fallamos. Bastante
Un error de cine
En 2009 el entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama, visitó el Reino Unido. Como gesto de bienvenida, Gordon Brown, el primer ministro británico, le regaló una serie de biografías de Winston Churchill y un portapluma hecho de la madera de un barco que luchaba contra la esclavitud. Este último regalo tenía un simbolismo especial ya que provenía del HMS Gannet, el barco gemelo del HMS Resolute, cuyo roble se usó para crear el escritorio del Despacho Oval.
Evidentemente se trataba de presentes cuyo valor era mayor que el precio. Algo que no puede decirse del regalo que Obama le dio a Brown: 25 DVDs de clásicos del cine estadounidense. Y, por si fuera poco, hay que recordar que Estados Unidos y el Reino Unido tenían diferentes códigos de región para los DVD, por lo que el regalo fue completamente inútil.
Sin palabras, ni imágenes
En esta ocasión los regalos tienen como protagonistas a dos personajes que como poco, son polémicos: Donald Rumsfeld y Saddam Hussein. Ambos se reunieron en varias oportunidades entre 1983 y 1984. Eran tiempos de la guerra entre Irán e Irak y EEUU quería asegurarse aliados en la región. Rumsfeld le regaló un martillo de punta medieval y unas botas de vaquero doradas. Bizarros, pero no ofensivos. Sin embargo, Hussein buscaba crear tensión entre Siria y Estados Unidos y su obsequio, si puede llamarse así, fue un vídeo en el que se ve a soldados sirios torturando animales. Aviso, el vídeo es cruel y violento, pero aún se puede ver aquí.
Seguro contra cocodrilos
Durante una visita a Australia, en 2011, el gobierno del Territorio del Norte de Australia presentó a Barak Obama un seguro de cocodrilo. En caso que el presidente fuera mordido por uno, su mujer, Michelle Obama, hubiera recibido cerca de €50.000.
“Tengo que admitir que cuando reformamos la atención médica en los Estados Unidos – declaró Obama en una entrevista –, el seguro de cocodrilo es una cosa que dejamos de lado”.
Para todos los gustos
En agosto de 1997, el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, visitó la Casa Blanca. Su regalo, para Bill Clinton, fue una alfombra con el rostro de Clinton y de Hillary. Para hacerlo, 12 mujeres se emplearon durante 10 semanas, en turnos constantes de 8 horas. Y este es el resultado…
Regalar la primavera
En 1945 la familia real holandesa envió 100.000 bulbos de tulipanes a Canadá en agradecimiento por haberlos albergado durante la II Guerra Mundial. Desde entonces, cada año, les envían 10.000 bulbos. En 2017 crearon una variedad especial con los colores de la bandera de Canadá, rojo y blanco.
El botón rojo
Durante los años de la Guerra Fría, siempre se habló del temido botón rojo que podría desatar la guerra nuclear. El 6 de marzo de 2009, en Ginebra, la Secretaria de Estado de EE. UU. , Hillary Clinton, le entregó al Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, un botón rojo como símbolo de la voluntad de reiniciar relaciones cordiales entre ambos países. El botón llevaba escrita la palabra inglesa «reset» y la supuesta traducción en ruso… El problema es que en lugar de decir reset (reiniciar), decía sobrecarga.