El engreimiento humano es tal que hablar de uno mismo genera una secreción extraordinaria de dopamina, la hormona del placer, parecida a la resultante de practicar sexo.
Neurólogos de la Universidad de Harvard lo comprobaron en las redes sociales: “Igual que los estudiantes pagarían por ver a miembros atractivos del otro sexo, los participantes en el estudio renunciaban al dinero con tal de poder hablar de sí mismos”.
Redacción QUO
La clave está en cuánto somos capaces de predecir de la pieza, y hasta qué…
Un nuevo estudio prevé un fuerte aumento de la mortalidad relacionada con la temperatura y…
Los investigadores ha descubierto un compuesto llamado BHB-Phe, producido por el organismo, que regula el…
Un nuevo estudio sobre la gran mancha de basura del Pacífico Norte indica un rápido…
Una nueva teoría que explica cómo interactúan la luz y la materia a nivel cuántico…
Pasar dos horas semanales en un entorno natural puede reducir el malestar emocional en niños…