Los vándalos urbanos son una plaga. Los hay de muchos tipos: los que no recogen las heces de sus perros, los que circulan a escape libre o con la música a todo trapo… Pero, sin duda, entre los más odiados se encuentran aquellos que en lugar de molestarse en buscar un baño, alivian sus vejigas en cualquier rincón. El resultado es que en algunas ciudades hay zonas, especialmente las que están cerca de lugares de ocio nocturno, que literalmente apestan.

Pero en Hamburgo los vecinos han dicho «¡basta ya!», y le han declarado la guerra a los meones urbanos. El arma secreta para acabar con ellos es un tipo de pintura muy especial que al recibir el impacto del chorro de orina, lo repele devolviéndosleo a su propietario.

Esta pintura recibe el nombre de Ultra-ever dy (Ultra seca siempre) y está basada en nanotecnología para crear esa barrera protectora que repele el repugnante líquido.

No os perdáis como funciona. El vídeo no tiene desperdicio.

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Redacción QUO