¿Realmente sabemos sacar bien un selfie para intentar salir lo más favorecidos posible? Y, ¿somos tal y como aparecemos en ellos? Pues la respuesta a ambas preguntas es negativa, si tenemos en cuenta los resultados de un estudio realizado por especialistas de la Rutgers New Jersey Medical School y de la Universidad de Stanford en California.
Los investigadores han llegado a la conclusión de que el modo en que sacamos estos retratos hace que nuestra nariz aparezca distorsionada y parezca más grande de lo que ese: un 30% más en el caso de los hombres, y un 29% en el de las mujeres. Según los autores del estudio, dicha distorsión se debe a que solemos hacer los selfies desde una distancia muy corta (ellos han calculado en su experimento que la media es de unos 30-40 centímetros). Y, para evitar ese efecto, habría que tomar la foto desde un mínimo de 1,5 metros, para lo que es necesario usar un palo.
Puede parecer que este asunto no va más allá de lo anecdótico, pero tiene efectos secundarios bastante importantes, especialmente en Estados Unidos, que es dónde se ha hecho el estudio, y que es un país en el que la gente recurre con más facilidad que en otras partes del mundo a la cirugía estética. Los autores del estudio afirman que han notado un aumento de jóvenes que quieren operarse la nariz porque consideran erróneamente (por causa de sus selfies) que es demasiado grande. Por eso, los investigadores creen necesario difundir que hay un método mucho más sencillo para lograrlo (alargar la distancia desde la que se saca la foto), que pasando por el quirófano.
Vicente Fernández López
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