El refranero dice que la pereza es la madre de todos los males. Y tal dicho podría aplicarse perfectamente al Homo erectus, una especie de homínido que vivió en el período comprendido entre los dos millones y los 100.000 años antes de nuestra era. Y es que un nuevo estudio realizado por un equipo de la Universidad Nacional de Australia, sugiere que una de las causas que conduejron a su extinción pudo ser la pereza.
Los investigadores han analizado evidencias halladas en el yacimiento de Saffaqah, en Arabia Sudita, y han descubierto, por ejemplo, que sus herramientas estaban fabricadas con materiales de muy poca alidad, cuando no muy lejos de allí podrían haberlos encontrando mejores.
Según los autores del estudio, los indicios sugieren que el Homo erectus se conformaba con lo que tenía a su alcance. Parece como si no se hubiese esforzado en ir más allá, en explorar. Y ese espíritu conformista acabó por limitar sus capacidades. Además, hay evidencias de que no se esforzaron en adaptarse a los cambios climáticos. Y así, aunque el clima se fue volviendo más seco, ellos siguieron viviendo como hasta entonces, lo que cercenó sus posibilidades de supervivencia.
Fuente. LiveScience.
Vicente Fernández López