Los fetos y los recién nacidos ya tienden a dormir con el cuello inclinado hacia la derecha. Y el 80% de las madres acunan a sus bebés en su brazo izquierdo, lo cual deja libre la mejilla derecha para besos y caricias. De ahí en adelante, lo habitual será que adociemos ese lado con el cariño.
Ana Pérez
Redacción QUO