Todo comenzó con una apuesta. En 1951, durante una partida de caza en Irlanda, sir Hugh Beaver, por entonces director ejecutivo de Guinness Brewery, comenzó una discusión con algunos de sus acompañantes acerca de si el chorlito dorado era el ave de caza más rápida de Europa. No hubo forma de resolver la incógnita, y durante tres años Beaver siguió investigando. Pronto se dio cuenta de que si él tenía esa duda, en los bares, en los hogares y en cualquier reunión debía de haber personas que también apostaran por el más grande, el más veloz o el más alto, sin encontrar una respuesta válida. Un libro así, pensó Beaver, sería un éxito. Y claro, ayudaría a vender más cervezas.
Chris Chataway, empleado de Guinness por entonces y antiguo recordman de los 5.000 metros en la década de 1950, fue el confidente de Beaver para crear el libro. Chataway contactó rápidamente con dos antiguos compañeros de Universidad, los mellizos Norris y Ross McWhirter. Estos tenían una agencia de prensa que proveía de datos deportivos a distintos periódicos británicos. Y eran las personas ideales para rastrear hechos y cifras.
La primera edición del Guinness World Records se publicó en 1955. Y es un hito en sí mismo, ya que es el libro más vendido de la historia (excluyendo aquellas obras exentas de derechos de reproducción): más de 100 millones de copias en 37 idiomas.
Hoy, el libro y la compañía cervecera ya no tienen relación. Pero algunos principios se mantienen desde la primera edición. Nunca será publicado un récord que ponga en peligro la vida humana. Un ejemplo claro es el del británico Tony Wrigh. Este científico pretendió establecer la marca de más tiempo sin dormir. Llegó a las 266 horas a base de ingentes cantidades de té, comida cruda y estimulantes. Pero su gesta no ha sido tenida en cuenta, pues se teme que otras personas pretendan imitarle y arriesguen su salud.
Actualmente, batir un récord Guinness no tiene gran misterio. ¿Eres capaz de sostener más de 19 huevos en una mano? ¿Tienes una sorprendente colección de canicas? Cualquiera lo puede hacer, basta con reunir a tus 120 amigos de Facebook, darle vueltas a idéntica cantidad de tortitas en el aire y has batido un récord Guinness (el actual está en 108 personas).
Nosotros lo estamos intentando. ¿Alguna sugerencia?n
Juan Scaliter
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