Los proyectos más asombrosos para crear ciudades marinas.
Merians, el laboratorio flotante
El arquitecto francés Jacques Rougerie es un visionario que haría las delicias de Julio Verne. Está especializado en diseñar estructuras acuáticas y submarinas. En este caso, se trata de Merians, una ciudad científica para realizar investigaciones océanicas. Su estructura aerodinámica se inspira en las formas de una manta raya, tiene 900 m de longitud por 500 de ancho, y podría albergar a siete mil personas.
Di adiós al adosado de toda la vida. El millonario y arquitecto Bruce Jones ha inventado el “chalecito submarino”. Cada una de estas residencias estaría a 18 m de profundidad. Para acceder a ella, se llegaría en un helicóptero a una plataforma de superficie que conectaría con la vivienda por un ascensor, que actuaría, además, como cámara de descompresión. Eso sí, si llaman al timbre, no abras: podría ser un mero con malas intenciones.
Uno de los módulos que formarán parte de la urbanización submarina que planea construir el multimillonario bruce Jones. los inquilinos acederan a la vivienda a través de un tubo con ascensor (que actuará también como cámara de descomprensión) conectado a una gran pataforma situada en la superficie.
La imaginación de Jacques Rougerie no conoce límites. Así lo demuestra con otro de sus proyectos, The Sea Orbiter, un laboratorio para estudiar la vida marina que podría estar listo en 2025. Se trata de una torre de 51 m de altura y con forma de vela. Estará dividida en varios niveles, y cinco de sus pisos se encontrarán sumergidos. La NASA colabora en el proyecto, por lo que ocho astronautas formaran parte del equipo humano.
Una vista de la parte sumergida del laboratorio de la imagen interior, que estará fuera de la vista de los curiosos.
Se llama Lilypad y es un prototipo de ciudad flotante diseñado por el arquitecto francés Vincent Callebaut. Podría albergar a treinta mil personas, y tendría tres puertos y dos montañas. Su creador la define como una ecópolis, ya que en el interior habría una laguna en torno a la cual germinarían y anidarían flora y fauna. Las viviendas estarían situadas en jardines suspendidos, y su creador sueña con que este proyecto sea real en 2015.
El primer resort submarino
Si todo sale según lo previsto, abrirá sus puertas en 2020 en las islas Fiji. El creador de este proyecto es, de nuevo, el arquitecto y millonario Bruce Jones, quien actualmente está fabricando en Oregón una ciudadela prefabricada en vidrio. Su intención es trasladarla a las Fiji y hundirla en el mar, a 12 m de profundidad. El hotel estará protegido por una burbuja acrílica y tendrá 24 suites, cada una con su jardín de corales.
Jamás fue mejor utilizada esta edxpresión, ya que los módulos que compondran el resort que se planea construir en la sislas Fiji, son idénticos unos a otros.
Isla fluvial
Otra asombrosa idea de Callebaut. Physalia pretender ser una isla flotante, energéticamente autosuficiente en un 100% y diseñada para navegar por los ríos europeos (aquí la vemos surcando el Sena en París). El techo de la nave es una membrana de aluminio equipada con células fotovoltaicas, para captar la energía solar. Además, las hidroturbinas de su casco se encargan de transformar la corriente fluvial en energía hidroeléctrica.
AZ, la ciudad de los nómadas de mar
El multimillonario americano Norman Nixon, preocupado por el tema del deshielo polar, le encargó al arquitecto francés Jean-Phillippe Zoppini el diseño de una ciudad flotante. El resultado es AZ, una urbe acuática de 400 m de largo por 300 de ancho, y 110 de alto. La idea es que la ciudad, que daría cobijo a diez mil personas, pase el 30% del tiempo navegando y el 70% restante anclada; cada vez en un lugar distinto.
Vista de como será uno de los pisos interiores de Az, una ciudad en la que no faltarán los espacios anaturales.
Una ciudad acuática llamada Qui, cuyo emplazamiento estaría en Abu Dabi, Emiratos Árabes. En la estructura de esta urbe anfibia destacan tres torres de 320 m de altura y de color dorado y plateado, que simbolizan el tridente de Neptuno. La ciudad permitiría vivir en superficie (en las torres) o bajo el mar. A la izquierda vemos cómo sería uno de los dormitorios subacuáticos. Otro alucinante proyecto de Jacques Rougerie.
Un salón desde el que puede verse el fondo oceánico. Eso es lo que ha ideado el francés Jacques Rougerie para esta casa submarina que planea construir en Abu Dabi.