En 1931 se estrenó Drácula, la primera versión cinematográfica oficial del personaje creado por Bram Stoker, dirigida por Tod Browning. Y, decimos oficial, porque ya en el cine mudo, Murnau trató de llevarla al cine, pero como la viuda del escritor no le vendió los derechos, tuvo que cambiarle el nombre y la tituló Nosferatu.
Y, con motivo de ese aniversario, repasamos a los más destacados actores que dieron vida al rey de todos los vampiros.
Actor de origen húngaro, que encarnó al conde Drácula en la versión de Tod Browning en el año 1931. Desafortunadamente, el éxito del filme le encasilló en ese papel. Su adicción a las drogas fue progresivamente mermando su salud mental, a la vez que su carrera se iba precipitando en el abismo. Acabó tan identificado con su personaje, que dormía en un ataúd, mientras participaba en filmes cada vez más patéticos, dirigidos por reyes del cine basura como William Beaudine y Ed Wood.
Como era de esperar, Drácula ha sido parodiado en muchísimas ocasiones. Pero, quizá, una de la más divertidas fue la que realizó George Hamilton en Amor al primer mordisco, una simpática comedia de 1979. En ella, el célebre vampiro tiene que exiliarse de su Transilvania natal tras una revolución socialista, y se traslada a la Nueva York de finales del siglo XX. La película resulta bastante graciosa, con escenas tan delirantes como el atraco a un banco de sangre, o la de un grupo de pandilleros de Harlem tratando de cazar al conde convertido en murciélago, pensando que es un pollo negro.
Como ya dijimos, el primer Nosferatu era una versión inconfesada del Drácula de Bram Stoker. Y Klaus Kinski fue quien protagonizó el remake que, en 1978, realizó otro alemán, Werner Herzog. Resulta inolvidable la magnífica caracterización del actor.
Fue uno de los actores más aclamados de la década de los 90 y, quizás, su película más recordada fue esta versión del mito vampírico dirigida por Francis Ford Coppola. La cinta fue un gran éxito, pero no convenció del todo a los fans de la novela, ya que Coppola se alejó bastante de su contenido terrorífico, para transformarla en un relato de pasión romántica más allá de la muerte.
Probablemente sea el actor que mejor ha encarnado al rey de los vampiros. Y, también, el que más veces lo ha hecho. La primera vez que Lee se puso la capa y los colmillos fue en 1958, en la versión de Drácula dirigida por el gran Terence Fisher. Luego, volvería a encarnar al personaje en casi una decena de filmes, incluyendo la desastrosa versión de Jesús Franco. El mérito de Christopher Lee fue dar vida a un vampiro que resultaba tan terrorífico como elegante y seductor.
Después de Lee nadie ha llevado la capa de Drácula con tanta elegancia como este actor. Encarnó al legendario vampiro en la versión que John Badham realizó en 1979 que, con el paso de los años, ha llegado a estar considerada una de las mejores.
Al legendario conde también le cambiaron de raza. Fue en Drácula negro (1972), una simpática película que mostraba a un vampiro con pelo afro en el Harlem de los años 70, buscando víctimas a ritmo de molona música funky.
