Solo sabían que era una prostituta de raza negra. Un cliente le pegó un tiro en la cara pensando que quería robarle. Como nadie la conocía, hubo que reconstruir el rostro. La policía obtuvo una recreación facial a la que pusieron peinados distintos. Al fin, una mujer identificó esa cara como la de su amiga Wanda Jackson.

Redacción QUO