En el año 2012, el aventurero y fotógrafo de la naturaleza Kelly Lund, encontró a un lobo en uno de sus viajes a las Montañas Rocosas. El hombre y el animal congeniaron inmediatamente y se hicieron amigos. Desde entonces, recorren juntos todos los Estados Unidos, y tienen una cuenta en Instagram donde publican las fotos de sus aventuras. Su historia es un ejemplo de como el ser humano y un animal salvaje pueden llegar a estrechar lazos de forma insospechada para muchos.
Fotos: Cortesía de Kelly Lund.
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