Las personas no siempre vivimos donde queremos. Muchas veces no nos queda más remedio que hacerlo donde nos toca. Seguro que hay muchísima gente que se cambiaría de ciudad a gusto, pero ¿alguien se iría a alguna de estas?
La ciudad más fría del mundo
A quien no le guste el frío no debería ni mirar la foto de este lugar. Situada en Siberia, y con una población de casi trescientos mil habitantes, está considerada la ciudad más gélida dle planeta, con una temperatura ivnernal media de -40º c.
Foto: Natxo Rodríguez/Wikipedia.
Situada en el Mar Caspio, Neft Dashlari nació siendo una simple plataforma petrolífera. Pero la abundancia de bolsas de crudo hizo que el enclave fuese creciendo en forma de islas artificiales, hasta convertirse en una auténtica ciudad, con hoteles incluidos.
De todas formas, el petróleo de este yacimiento se está agotando, lo que significa que la ciudad acabará quedando desierta.
La ciudad de la hermandad
Auroville nació en 1966 en la India, con la intención de convertirse en un lugar utópico, en el que hombres y mujeres vivieran de forma comunitaria y en perfecta hermandad. Desgraciadamente, la ciudad atravesó por numerosos conflictos que amenazaron con dejarla desierta. Actualmente, el lugar permanece en pie y aún quedan en ella unos mil habitantes, que han hecho del turismo su forma de vida.
Parece el título de una película de Fellini, pero se trata de una villa brasileña situada a poco más de cien kilómetros de Río de Janeiro, llamada Nova do Cordeiro. Lo que la hace tan especial es que su población está formada casi exclusivamente por mujeres, unas seiscientas. Por supuesto, también viven algunos hombres, aunque estos están fuera entre semana, trabajando en la ciudad. Así que, de lunes a viernes, Cordeiro, es un enclave exclusivamente femenino.
Coober Pedy es una localidad minera situada en el desierto australiano. Pero, lo que la hace tan particular es, que las altísimas temperaturas han obligado a excavar la ciudad entera bajo tierra.
La capital de las basuras
Manshiyat Naser podría ser una simple ciudad dormitorio de El Cairo, si no fuera porque sus habitantes viven rodeados por toneladas de basura. No es extraño, ya que reciclar los residuos es el principal modo de vida de los residentes de este lugar, al que llegan diariamente unas cien toneladas de residuos.