Muchos artistas suelen ser excéntricos, y los escritores no son una excepción. Algunos de lo más célebres autores de todos los tiempos tenían curiosas manías a la hora de enfrentarse a la página en blanco. Algunos recurrían a amuletos, otros solo eran capaces de escribir estando tumbados. Y los ha habido también que preferían hacerlo desnudos.
Títulos como Los miserables o El viejo y el mar (o, al menos parte desus páginas) pudieron escribirse «en pelota picada». Y en esta galería podéis ver a algunos de los más grandes escritores de la historia, sin ropa.
El escritor (a la izquierda) posando con un amigo junto a un lago de California.
El autor de El viejo y el mar era primo de Edward Hemingway, fundador de una de las primeras colonias nudistas de Estados Unidos. Por eso, tal vez no extraña tanto su afición al naturismo. Y a menudo solía trabajar sin ropa, y con la máquina de escribir escrupulosamente colocada a la altura del pecho.
El novelista estadounidense también practicó ocasionalmente el naturismo. De hecho, en alguna de sus novelas, concretamente en Cabezahueca Wilson, elgia las bondades de esta práctica.
El autor de Un tranvía llamado Deseo fue un visitante habitual de Key West, un lugar célebre por sus colonias nudistas.
Este poeta fue uno de los máximos representantes de la llamada generación beat y de la contracultura americana. Su espíritu transgresor le llevaba a quitarse la ropa sin ningún pudor en cualquier sitio, aunque hubiera público. De hecho, si lo había era mucho mejor.
Supuestamente, esta foto muestra de (izquierda a derecha) a Paul Rée, Lou Salomé y Friedrich Nietzsche, aunque nunca se ha podido confirmar la autenticidad de la misma. Lo que si es cierto es que los tres vivieron un triángulo amoroso, y que Nietzsche acostumbraba a bailar desnudo en su habitación. Aunque algunos han querido ver en esa costumbre un síntoma precoz de su posterior demencia.
El escritor que alumbró algunos de los más grandes títulos de ciencia ficción como Crónicas marcianas o Faranheit 451, afirmaba que se sentía libre escribiendo sin ropa. Eso sí, con la corbata puesta, para que no faltase el toque de elegancia.
En el caso del Autor de Los miserables y Nuestra Señora de París, no se sabe si todo es una leyenda. Pero se cuenta que, cuando le fallaba la inspiración, se desnudaba por completo y ordenaba a su criado que se llevase la ropa. Y no ordenaba que se la devolviesen hasta que habia escrito, al menos, cinco cuartillas.
Un autor muy popular en estados Unidos que acostumbraba a escribir guías sobre nudismo y artículos en revistas especializadas. Durante mucho tiempo se creyó erróneamente, que el hombre de la foto era J. D. Salinger.