La NASA financia tres modelos de propulsores de plasma para viajar al planeta rojo. Así se ha probado el último en batir el récord de potencia y fuerza.
La tecnología que nos llevará a Marte utilizará campos eléctricos y magnéticos para acelerar las partículas de una pequeña cantidad de gas. Es el principio básico de los propulsores de plasma, como el de la imagen, uno de los tres conceptos que financia la NASA para hacer realidad sus planes de viaje interplanetario.
Este, del tipo llamado propulsor Hall, se ha desarrollado en la Universidad de Míchigan, pero sus creadores no podían probarlo allí. Sus gases de escape son tan abundantes que hay que extraerlos de la estancia antes de que se mezclen con el chorro de plasma de alimentación y contaminen los resultados del experimento.
Por eso, tuvieron que trasladarse al Centro de Investigación Glenn de la NASA en Cleveland, que cuenta con la única cámara de vacío adecuada en todo EE. UU. Allí construyeron una plataforma que soportara los 250 kilos del motor, pasaron 20 horas haciendo el vacío de la cámara y luego 25 jornadas
de 12 horas probándolo.