Según un informe que la compañía aseguradora Allianz publicó el año pasado, 85 embarcaciones se perdieron en alta mar en 2016. Más de la mitad –46 de ellas– se hundieron, sobre todo por el mal tiempo. Respecto a los demás barcos perdidos, 15 encallaron, 8 explotaron o se incendiaron y los demás fueron presa de averías y accidentes, a excepción de dos, que se esfumaron sin dejar rastro.
El balance podía haber sido peor: 171 embarcaciones, más del doble, desaparecieron en 2007 –se hundieron 69–, lo que demuestra que la seguridad del transporte marítimo no ha dejado de crecer en la última década. 388 de los 1.186 navíos que sucumbieron a los peligros del mar en la última década
lo hicieron en aguas asiáticas, especialmente en las de China, Indochina, Indonesia y Filipinas. Y 162 se perdieron en el Mediterráneo oriental. Respecto al tipo de barco, los casos son cada vez más comunes entre los ferris, puesto que el transporte de personas a bordo de estas embarcaciones está en pleno auge. El hundimiento fue la primera causa de pérdida de un barco durante los diez años, un periodo en el que el mar se tragó 598 embarcaciones.