La fobia social es un miedo patológico a interactuar con los demás. En algunos casos, puede ser extrema. Desde Michael Jackson a Greta Garbo… Estas grandes estrellas decidieron encerrarse para siempre. El final de sus historias ocurrió en soledad, después de haber brillado ante multitudes
La estrella del pop vivía como un recluso virtual. Llevaba máscaras y disfraces cuando aparecía en público y construyó un parque de atracciones en su propiedad solo para él. Murió en 2009 por una sobredosis de medicamentos, solo en casa. Neverland lleva en venta desde 2015 y nadie quiera adquirir la propiedad.
Escribió la novela más influyente de la segunda mitad del siglo XX: El guardián entre el centeno. Jerome David Salinger, a los 30 años decidió recluirse en su casa de Amhers y vestirse de blanco. No volvió a salir. «Ese es el gran problema. Nunca puedes encontrar un lugar que sea agradable y tranquilo, porque no existe. A veces puedes pensar que sí existe pero una vez que estas allí alguien se acerca sigilosamente y escribe -jódete- en tus propias narices», de El guardián entre el centeno (1951),
El pianista canadiense que reinventó a Johann Sebastian Bach y que pasó a ser el pianista favorito de Hannibal Lecter, el caníbal de El silencio de los corderos, vivió encerrado y prefirió «interactuar» con la gente sólo a través de sus composiciones para piano.
A los 36 años, Garbo se retiró tras una ultima película La mujer de las dos caras (1941). Se hizo coleccionista de arte, se compró un enorme apartamento en Nueva York y en sus últimas cartas personales, publicadas tras su muerte, escribía: “Sé que soy una persona imposible… No voy a ninguna parte, no veo a nadie, al igual que en Brentwood [su residencia en Hollywood]… Es difícil y triste estar sola, pero a veces es aún más difícil estar con alguien”. Falleció en 1990 con 84 años. Su vida siempre quedará asociada a una frase que dijo su personaje en la película Gran hotel: «¡Quiero estar sola!».
El escritor uruguayo Juan Carlos Onetti (Montevideo, 1909-Madrid, 1994) está considerado no sólo el escritor más importante que ha dado la literatura de su país, sino uno de los máximos creadores de la narrativa en lengua castellana del siglo XX. Vivió los últimos años de su vida sin levantarse de la cama porque, decía públicamente, allí era donde pasaba «todo lo importante».
Fue el líder, cantante, guitarrista y compositor de la banda inglesa Pink Floyd. Le echaron de su propio grupo en abril de 1968. Le diagnosticaron esquizofrenia, provocada por su adicción al LSD, a lo que se sumaba un desorden bipolar y un espectro de autismo. El ‘caso Barrett’ es uno de los más estudiados en el mundo de la esquizofrenia. Una vez que se gastó todo el dinero y sin recursos, regresó a Cambridge , a casa de su madre y ya no salió de allí hasta su muerte. Syd volvió a Cambridge desde Londres, caminando 80 kilómetros. En su casa, guardaba 25 guitarras que nunca tocaba.
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