Durante muchos años se ha advertido de los riesgos de la superpoblación humana en el planeta, pero los investigadores estiman el crecimiento de la población puede detenerse en menos de 50 años
El economista inglés Thomas Robert Malthus advirtió ya en 1798 que la capacidad del planeta Tierra para sustentar a la población humana podía ser superada por su crecimiento, a medida que las condiciones de vida mejoraran. En los últimos años se ha visto una confirmación de esta visión, con el agotamiento de las pesquerías, agua dulce y los cambios producidos por el cambio climático.
Las predicciones hasta el momento indicaban que la población actual en el planeta, de 7.800 millones de seres humanos, alcanzaría los 9.800 millones en 2050, según los datos de la ONU que confirmaban un ritmo de crecimiento más lento.
Ahora, un estudio realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Washington y publicado en The Lancet estima que, en efecto, para la década de 2060 habrá quizá otros dos mil millones de personas en la Tierra, pero ese será el punto más alto. Sólo unas décadas más tarde, los números caerán a medida que las tasas de fertilidad disminuyan. En este proceso, países como Japón e Italia perderán hasta la mitad de su población.
Esto puede parecer una buena noticia. Menos bocas que alimentar suponen un impacto menor sobre el medio ambiente y el cambio climático. Habrá menos emisiones de carbono y menos presión sobre los sistemas alimentarios. Sin embargo, la transición puede ser muy difícil para las sociedades por el envejecimiento de la población y la carga que suponen las enfermedades.
La población actual de 7.800 millones siga aumentando hasta 2064, donde se estabilizará en 9.700 millones, pero a partir de ahí descenderá
Los sistemas de salud tendrán que soportar un mayor número de personas enfermas y que necesiten cuidados, y al mismo tiempo habrá menos contribuyentes en edad productiva para generar la riqueza necesaria para financiarlos.
Los resultados del estudio sugieren que la población actual de 7.800 millones siga aumentando hasta 2064, donde se estabilizará en 9.700 millones, pero a partir de ahí descenderá hasta volver a 8.800 millones de habitantes en 2100.
Estas cifras contrastan con otras estimaciones hechas en años anteriores, que estimaban una población de 12.300 millones para el 2100 sin una reducción a la vista. Sin embargo estas predicciones se basaban en la fertilidad total, que es el número de hijos nacidos de un individuo en una vida. La alternativa es utilizar la fecundidad de cohorte, es decir, el promedio del número de hijos que han tenido una población de mujeres al llegar una edad determinada, en este caso, a los 50 años.
En este estudio también se toman en cuenta los patrones de migración que afectan a la fecundidad de las personas que se instalan en un nuevo entorno. En la actualidad las en el África subsahariana hay un promedio de 4,7 nacimientos por mujer, pero se preve que descienda por debajo de dos, la tasa de reemplazo, para el año 2100.
En comparación, la población de Japón podría caer de 128 millones en 2017 a 60 millones en 2100, e incluso China puede caer a poco más de 730 millones para esa fecha. La inmigración puede ayudar a estos países más ricos a mantener sus modelos productivos al incorporar a personas de otros países con mayores índices de natalidad. Los autores del estudio advierten sin embargo del riesgo de que el descenso en la población en estos países venga acompañado de políticas migratorias más restrictivas.
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