La caca prehistórica más antigua encontrada hasta el momento desvela nuevos datos sobre la llegada de los humanos a América
El hallazgo se produjo en el interior de una cueva aislada, así que cabría suponer que aquellos humanos antiguos, que merodeaban las tierras de Paisley, en Oregón, buscaron cierta intimidad para obrar tras una buena digestión. Y de lo que estamos seguros es de que no limpiaron después. 🙂
Los restos fosilizados de las heces encontradas en una cueva de Paisley tienen 12.000 años de antigüedad, y este dato apoya la hipótesis de que los humanos llegaron a América antes que los Clovis, procedentes de las frías tierras del norte, desde Siberia. Así, la caca fósil indica que hubo quien llegó antes a América, y comió, como cabría esperarse.
Para datar estos restos, los investigadores modernos de este impoluto s.XXI, han realizado un análisis empleando las técnicas más sofisticadas desarrolladas a día de hoy.
Lisa-Marie Shilito, investigadora principal del estudio publicado en Science, y sus colegas, han estudiado minuciosamente la caca prehistórica más antigua encontrada hasta el momento.
Podrían ser los restos fecales de los primeros pobladores humanos de América
En análisis previos se había estudiado el ADN mitocondrial (ADNmt), superviviente en la caca ancestral a pesar de los miles de años, y pensaron podría tratarse de los restos fecales de los primeros pobladores humanos de América. El nuevo estudio de Shilito ha analizado biomarcadores de lípidos, que son menos sensibles a la contaminación, aunque proporcionan información menos detallada. La unión de ambos análisis les ha permitido datar con precisión los restos encontrados, y confirmar que tienen un origen humano.
Las muestras de excrementos como las de las cuevas de Paisley ayudan a completar los espacios en blanco sobre la vida de los humanos antiguos cuando los restos óseos son escasos. De hecho, tras el análisis han encontrado que la muestra más antigua es de hace 12.000 años, y esto respalda la teoría de que los humanos se establecieron por primera vez en América antes de la llegada desde Siberia de los Clovis. E
El estudio abre la puerta a un nuevo método de datación en restos orgánicos, con el análisis de lípidos en heces fósiles de hace miles de años. La ciencia jamás ha sido escrupulosa.