Descubren los restos de un niño de nuestra especie, Homo sapiens, en el enterramiento humano más antiguo encontrado hasta ahora en África
Vivió hace 78.000 años y ya entonces nuestros ancestros cubrieron su cuerpo con un sudario y colocaron bajo su cabeza un lecho. Los investigadores que han realizado el hallazgo le llaman Mtoto y han estimado que tenía tres años en el momento de la muerte.
La revista Nature publica el hallazgo del enterramiento humano más antiguo encontrado hasta ahora en África, coliderado por el equipo de María Martinón Torres (CENIEH), el Instituto Max Planck para el Estudio de la Historia Humana (Alemania) y los Museos Nacionales de Kenia, además de investigadores de una treintena de instituciones de todo el mundo.
En Panga ya Saidi, en Kenia, al norte de Mombasa, se depositó y enterró en una fosa excavada hace aproximadamente 78.000 años el cuerpo de un niño de tres años, al que los investigadores han puesto el nombre de Mtoto (niño en swahili).
Mediante el análisis de los sedimentos y la disposición de los huesos, el equipo de investigación demostró que el cuerpo había sido protegido al ser envuelto en un sudario hecho de material perecedero, y que la cabeza probablemente había descansado sobre un objeto también de material perecedero.
Los miembros de su comunidad doblaron las rodillas del niño hasta el pecho y lo colocaron sobre su lado derecho en el hoyo recién cavado, apoyando su cabeza sobre una almohada de apoyo. El lugar del entierro se mantuvo intacto durante miles de años.
El descubrimiento proporciona una visión poco común de las prácticas funerarias en el continente durante la Edad de Piedra Media, que ocurrió hace entre 25.000 y 280.000 años.
«Este entierro se suma a nuestra comprensión de la complejidad simbólica y conceptual en las poblaciones humanas», dijo el coautor del estudio Patrick Faulkner, arqueólogo de la Universidad de Sydney.
Aunque no hay signos de ofrendas ni de ocre, ambos habituales en los enterramientos más recientes, el tratamiento funerario dado a Mtoto sugiere un complejo ritual que probablemente requirió la participación activa de muchos miembros de la comunidad del niño.
Aunque Mtoto era un Homo sapiens, la morfología dental del niño, en contraste con la observada en restos humanos de la misma época, conserva ciertos rasgos arcaicos que lo conectan con ancestros africanos lejanos.
Esto confirma aparentemente que, como se ha planteado a menudo en los últimos años, nuestra especie tiene unas raíces extremadamente antiguas y regionalmente diversas en el continente africano donde surgió.
Te puede interesar:
https://quo.eldiario.es/ser-humano/q2011650310/neandertal-atapuerca-benjamina/
Pasar dos horas semanales en un entorno natural puede reducir el malestar emocional en niños…
El bisfenol A (BPA) es un disruptor endocrino que está desapareciendo poco a poco de…
Un delfín solitario del Mar Báltico ha sido grabado hablando solo, lo que lleva a…
Un nuevo estudio traza una espectacular explosión de 100 millones de años en las señales…
Durante la llamada Crisis de Salinidad del Messiniense, el nivel del mar Mediterráneo era alrededor…
Ya sea rojizo, cobrizo o anaranjado, el cabello rojo seguirá formando parte de nuestra diversidad…