Un estudio encuentra que las personas son más proclives a conformarse y seguir con sus relaciones, aunque no sean ideales, antes que quedarse solas por ser demasiado selectivas
Según un nuevo artículo publicado en la revista Personality and Social Psychology Review, las investigaciones sugieren que los seres humanos están más predispuestos a iniciar, construir y mantener relaciones románticas. En lugar de ser muy selectivas, las personas parecen tener una tendencia a impulsar las relaciones que tienen, incluso cuando las cosas no van bien.
Según la profesora Samantha Joel, autora del artículo, «cuando las personas se enfrentan a una bifurcación relacional en el camino, el camino que lleva a una relación a largo plazo parece más fácil que el camino que lleva a la soltería».
Joel y su coautor Geoff MacDonald revisaron la literatura científica sobre la formación y el mantenimiento de las relaciones románticas. Observaron que las personas no son especialmente selectivas a la hora de elegir pareja. Por ejemplo, un amplio estudio de citas rápidas reveló que los participantes dijeron que sí a una media del 40% de sus opciones de cita. La investigación también ha descubierto que las personas tienden a sobrestimar su disposición a rechazar a posibles parejas que han expresado su interés por ellas, incluso si tienen algunos rasgos indeseables.
Los participantes de un estudio de citas rápidas dijeron que sí a una media del 40% de sus opciones
Enamorarse tampoco es especialmente raro. Por el contrario, las personas tienen tendencia a encariñarse rápidamente con sus parejas. En un estudio clásico de 1995 se reclutaron estudiantes universitarios solteros y se observaron sus relaciones a lo largo de un semestre. El 33% de los participantes se enamoró en el transcurso de un período de 12 semanas.
También es mucho más difícil de que creemos decidirse a dejar una relación establecida, incluso cuando la relación es abusiva. Las personas suelen experimentar culpa y otras emociones negativas cuando toman la decisión de romper con su pareja. «Esto da lugar a relaciones intermitentes, en las que una relación se disuelve y se renueva, a menudo repetidamente», señalan los investigadores.
El argumento principal del trabajo es que, por regla general, las personas quieren terminar en una relación a largo plazo y evitar quedarse solas, y esto guía nuestras decisiones respecto a cómo iniciamos y mantenemos relaciones.
Según los propios autores hay variaciones y limitaciones que pueden alterar estos resultados generales. Por ejemplo, es probable que las personas muy atractivas físicamente puedan permitirse ser más exigentes con sus parejas románticas, e incluso que las mujeres sean más exigentes que los hombres. También hay que tener en cuenta que en otras culturas fuera del mundo occidental las familias tienden a desempeñar un papel más importante en la selección de la pareja.
REFERENCIAS
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