Hace unos días nos llegaba la noticia de que el simpático robot autoestopista había sido asesinado y descuartizado. Hoy, gracias al vídeo que vais a ver a continuación, nos hemos enterado de que un grupo de niños ha acosado a un robot en la calle. Pero, ¿qué impulsa a una persona atacar a estos simpáticos seres no humanos? Sea cual sea la razón, ha obligado a los científicos japoneses a enseñar a los robots cómo evitar el acoso humano.

Para llevar a cabo este plan, los investigadores colocaron un robot controlado por control remoto en un centro comercial de Osaka y analizaron cómo los transeúntes interactuaban con él. Descubrieron que la mayoría de las personas se apartaban cuando el robot les pedía que le dejasen avanzar. Aunque cómo podemos ver en este vídeo, no todos fueron tan amables. Especialmente los niños:

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Además de llamarle «idiota» y recibir varios insultos, el robot sufrió el bullying de un grupo de niños que le acorralaron y no hicieron caso a su petición de que le dejasen marchar. A consecuencia de este comportamiento, el equipo de investigadores ha ideado un nuevo método, que consiste en que el robot intenté predecir cómo pueden actuar las pandillas de niños y, llegado el caso, alejarse de ellos si se acercan demasiado. Por desgracia, para incluir estos parámetros se han basado en la estatura, lo que podría provocar identificaciones incómodas.

La investigación sugiere que los niños eran menos propensos a comportarse de manera agresiva con los robots cuando estaban acompañados de adultos o iban solos. Los niños que se encontraron con él en el centro comercial fueron entrevistados posteriormente por el equipo. El 74% de ellos afirmaron que percibían al robot de forma muy «similar a un humano».

Fuente: qz.com

Redacción QUO