Los niños soldados son una triste realidad en muchas de los conflctos armados que persisten en el mundo. Y cada vez vemos más noticias de menores de edad (a veces incluso siendo aún muy niños) que son reclutados por grupos armados y terroristas como Boko Haram o el ISIS.

Pero según los datos de un informe realizado por los investigadores del proyecto Children and Extreme Violence Project, la ideología no es la causa por la que los pequeños se enrolan en las filas de estos grupos. O, al menos, no es la principal de ellas. Según los autores del estudio el factor predominante es la pertenencia a un grupo, el sentirse parte integrante de una organización que les «adopta» y cuyos miembros parecen respetarles y tratarles de tú a tú.

Según el informe, la mayoría de estos pequeños proceden de entornos en los que sus familias, o bien han sido masacradas, o han quedado disueltas por los conflictos armados. Y los miembros de estos grupos violentos saben como acogerles (generalmente manipulando sus carencias), sustituyendo los lazos de afecto propios de un entorno familiar, por los de la camaradería.

Pero, además pertenecer a uno de estos grupos les confiere un estatus de poder, les da una seguridad de la que no gozarían estando al margen de ellos, y les permite tener acceso a alimentos y a otros recursos básicos. La ideología puede existir en algunos casos concretos (sobre todo en el de los combatientes adolescentes), pero según los autores del estudio se trata de un factor que juega un papel muy secundario.

Vicente Fernández López