Un equipo de científicos de la Universidad de Marburg y la Universidad Justus-Liebig, ambas en Alemania, han desarrollado un compuesto capaz de convertir la luz cercana al espectro infrarrojo en luz blanca. La luz que se consigue es fácilmente dirigible, una cualidad muy deseable para dispositivos como microscopios o sistemas de proyección.
Los responsables del hallazgo, publicado en Science, un equipo liderado por Nils Wilhelm Rosemann, diseñaron su compuesto de estaño y azufre con una estructura similar a los diamantes y los recubrieron con un andamiaje de ligandos (una molécula que se une a un átomo de metal para formar un nuevo complejo). Cuando un láser dirige la luz cercana al infrarrojoa este compuesto, la estructura altera la longitud de onda de la luz para que sean visibles al ojo humano. Los autores señalan que la cálida luz, de color blanco que se emite es muy similar a una fuente de luz de tungsteno-halógeno estándar y puede ajustarse modulando los niveles de excitación del láser.
Juan Scaliter