Que no se le ocurra a nadie crear una noticia falsa en Malasia a partir de ahora, porque las consecuencias de escribirlas y de difundirlas en las redes pueden ser nefastas y costarles muy caro a los autores. El gobierno del país ha aprobado una ley por la que cualquier medio digital que no mantenga unas reglas del buen periodismo, con información contrastada y fuentes fiables, puede quebrantar la ley y ser acusado de difundir noticias falsas (aunque incluye a cualquiera que tenga un blog, una página web o cuentas en redes sociales). Esto podría suponer, una vez hubiera sido probado por un jurado, que los autores se enfrentasen a penas de hasta 6 años de cárcel y multas que podrían llegar a los 100.000 euros.
Muchos políticos del país y voces de ciudadanos consideran la ley como una forma de coartar la libertad de expresión de los medios y la mejor manera de censurar o crear miedo entre los periodistas que quieran sacar a la luz exclusivas o investigaciones. De hecho, algunos creen que esta ley sale a la luz para callar las voces que acusan al primer ministro del país Najib Razak, de estar envuelto en un escándalo multimillonario.
Eso sí, no solo afecta a quienes escriban dentro del país, sino que también podrían ser investigados aquellos medios o páginas web que se encuentren fuera Malasia y hablase mal del país (esperemos que no sea este el caso).Entre el tipo de noticias se incluyen todo lo que puedan ser reportajes, vídeos, audios o contenidos que puedan ser considerados total o parcialmente falsos.
Alberto Pascual García