Por un primer momento hemos creído que se trataba de una máscara facial para recomponer el cráneo en caso de un accidente, pero no: es un escáner portátil para el cerebro. Será capaz de llevar a cabo el procedimiento clínico necesario para reproducir imágenes por resonancia magnética funcional, pero de una manera mucho más cómoda y sin obligar a los pacientes a mantenerse completamente quietos como sucedía hasta ahora. Por lo tanto, este sistema de magnetoencefalografía plantea una nueva forma de estudiar la actividad cerebral.
Así lo explica el profesor asociado de la Universidad de Nottingham en el Reino Unido, Matthew Brookes: “Trabaja midiendo los campos magnéticos débiles que se producen fuera del cráneo por la actividad eléctrica en el cerebro. Con ello, podemos grabar lo que tu cerebro está haciendo en cualquier momento”.
Hasta el momento, el sistema de escáner que se utiliza obliga a permanecer muy quieto para que pueda captar las señales que lanza el cerebro, por lo que es complicado su estudio. Además, es muy complicado trabajar de esta forma con niños, en muchos casos, ni siquiera se consiguen resultados fehacientes. Gracias a esta nueva máscara, el sujeto puede moverse y los sensores que captan la actividad neuronal están más cerca de la cabeza del paciente, por lo que los resultados son incluso mejores.
Por el momento, están trabajando con un modelo básico de casco, pero lo bueno es que pueden imprimir diferentes tamaños para cabezas de todo tipo, incluso de niños pequeños. De esta forma, consiguen resultados mucho más precisos, al igual que con adultos. Una vez tengan grabada toda esa actividad podrán conseguir hacer un mapa de cómo el cerebro y las neuronas estaban funcionando durante esa actividad en concreto.
Todo un abanico de posibilidades que podéis conocer en este estudio, y del que hablan en el siguiente vídeo.
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Alberto Pascual García