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AquaJelly, una invención de Festo, es una medusa autónoma. Sus ocho tentáculos le sirven para propulsarse. Tiene dos baterías y un sistema de carga independiente. Los movimientos se controlan gracias al traslado del peso en su esfera. Cada medusa decide de modo autónomo qué acción realizar (girar, subir, bajar) dependiendo de las condiciones. La intención es lograr una comunicación eficaz entre muchas de ellas, para que pequeños sistemas puedan resolver grandes problemas al trabajar sincronizadamente.

La silueta del stickyBot (que significa bota adhesiva) no es accidental. Su larga cola le sirve para nivelarse ante una posible caída. Si esto sucede, el apéndice presiona contra la pared y le permite recuperar el agarre en los pies.

Después de casi 10 años de trabajo, Robert Wood, profesor del Laboratorio de Microrrobots de Harvard, ha creado un “insecto” volador de 3 cm de envergadura y 60 miligramos de peso. Todavía no ha dado con una batería lo suficientemente pequeña para su criatura, pero Wood trabaja con materiales asequibles (las alas son de fibra de carbono) que le permitan crear robots que cuesten menos de 10 € y se utilicen para misiones de rescate en guerras o catástrofes naturales.