Una célula solar que simula el proceso de fotosíntesis de las hojas para convertir la luz y el agua en energía de forma muy barata y limpia. Esta “hoja artificial” se ha dado a conocer en la 241 Reunión Nacional de la Sociedad Química Americana, según un artículo publicado en Science Daily.
«Una hoja artificial ha sido uno de los santos griales de la ciencia durante décadas, y nosotros creemos haberlo logrado», asegura su responsable, Daniel Nocera, un químico del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) de EEUU.
El dispositivo, del tamaño de una carta de póquer, pero más delgado, se basa en el silicio, la electrónica y los catalizadores, unas sustancias que aceleran las reacciones químicas. Asimismo, necesita para funcionar unos tres litros y medio de agua y la luz del sol. Las reacciones dividen el agua en sus dos componentes, hidrógeno y oxígeno, que se almacenan en una pila de combustible para producir electricidad.
Según Nocera, su hoja artificial podría producir electricidad suficiente para abastecer una casa en un país en desarrollo durante un día, dijo Nocera. En este sentido, el experto del MIT señala que el objetivo de su equipo es que cada hogar se convierta en su propia central eléctrica: «Uno se puede imaginar aldeas de India y África dentro de no mucho tiempo comprando un sistema asequible de energía basado en esta tecnología.»
El concepto de “hoja artificial” se creó hace más de una década por John Turner en el Laboratorio Nacional de Energía Renovable de EE.UU. en Boulder, Colorado, pero sus materiales eran muy caros e inestables. Nocera asegura haber superado estos inconvenientes.
Redacción QUO