¿Los sueños húmedos de los ordenadores producen monstruos? Pues, parece que sí.
Un grupo de investigadores ha creado para Google una especie de red neuronal artificial, que tras ser alimentada con imágenes, aprende a reconocerlas incluso en aquellas en las que no se ve nada, que solo son lo que los expertos llaman «ruido digital». Se trata de un sistema que emula el funcionamiento de las neuronas. Cuando el sistema recibe una imagen, cada capa se encarga de identificar diferentes rasgos como el color y las formas; de modo que la última capa determina de qué objeto se trata, y archiva en su memoria los patrones de dicha imagen.
Pero los ingenieros de Google se propusieron un curioso ejercicio: pedirle al sistema que imaginase. ¿Cómo? Suministrándole fotos en las que solo hay ruido. De esa manera, el sistema comienza a ordenar y combinar los píxeles hasta que coincidan con alguno de los patrones que tiene almacenados en su memoria. Y el resultado son unas imágenes que parecen salidas de una atroz pesadilla.
Pues bien, lo que ha sucedido es que se ha convertido en tendencia suministrarle al sistema fotos pornográficas con algo de ruido digital añadido, para que el programa las interprete a su manera. Calificar el resultado de atroz es quedarse corto. Las imágenes eróticas se transforman en algo que parece surgido de una mente atormentada. Una especie de cruce entre las peores pesadillas de Giger y las de David Cronenberg.
¿A alguien le apetece ver dichas imágenes? Avisamos que pueden resultar bastante desagradables, dependiendo de la sensibilidad de cada cual.
Redacción QUO