Forjado en bronce, y adornado con figuras de delfines y perros que rugen. Un accesorio así podría ser el sueño de cualquier heavy o metalero, pero el objeto del que estamos hablando perteneció a un soldado romano. El cinturón apareció en una tumba descubierta en la localidad de Leicester, en Inglaterra, en una especie de cementerio en el que habían sido enterrados unos ochenta cuerpos.
[image id=»82347″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»]Los restos que portaban este lujoso accesorio, pertenecieron a un varón de entre treinta y cuarenta y cinco años, según ha revelado los estudios realizados. También se ha descubierto que tenía marcas de heridas en los hombros y en uno de los muslos. Por eso, se piensa que pudo fallecer en combate.
Cinturones parecidos a este ya habían aparecido en otros enterramientos descubiertos en Londres y Winchester.
[image id=»82348″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»]Fuente: Universidad de Leicester.
Vicente Fernández López