Según una nueva investigación realizada por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), los domingueros con fijación por la sierra madrileña están acabando con los polluelos que habitan cerca de los merenderos de zonas boscosas.
Según explica Javier Pérez-Tris, investigador del departamento de Zoología y Antropología Física de la UCM, a la Agencia SINC, «Fuera del merendero, donde no hay tantas personas, las aves recién nacidas se desarrollaron normalmente con independencia del día en que nacieron». El problema viene de que, si nacen en día festivo, vivirán con una salud notablemente peor.
Sus conclusiones, publicadas en la revista PLoS ONE, indican que, tras monitorizar 65 cajas nido ubicadas en zonas cercanas a los merenderos y compararlas con 73 más alejadas, la masa corporal de las pequeñas aves nacidas en domingo y cerca de zonas recreativas, registraba valores más bajos a los 11 días de nacer que sus tocayos en cajas nido alejadas de los domingueros.
Para los investigadores, el problema se produce cuando salen del cascarón. «Los parámetros de nuestras curvas de crecimiento no reflejan un cambio brusco de trayectoria en ningún grupo de pollos hacia el día once ni en ningún otro momento, aunque las diferencias de peso sean detectables estadísticamente solo a partir de la medida del día once”.
Como solución, los expertos saben que limitar las visitas a este tipo de espacios puede ser complicado, pero que, bien gestionado, «el uso recreativo de los espacios naturales tiene grandes beneficios, no solo en términos de bienestar sino también en cuanto a conservación de las especies, al ser una herramienta importante de sensibilización ambiental”.
Fuente: Agencia SINC
Redacción QUO