Los médicos del Sanjay Gandhi Hospital, en Madhya Pradesh, India, se quedaron estupefactos cuando las radiografías de un paciente que había ingresado aquejado de un fuerte dolor de estómago, mostraron que tenía en su interior más de doscientas monedas, cien clavos y otros objetos metálicos. En total, los doctores tuvieron que extirparle unos siete kilos de metal de su organismo.
[image id=»93470″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»]El hombre había acudido al centro médico tras sentir dolor abdominal, aunque creía que se debía a una intoxicación alimenticia. Los médicos que le trataron están convencidos de que padece algún tipo de trastorno del comportamiento. Casi con total seguridad uno conocido como pica, que consiste en ingerir todo tipo de objetos.
Dicho trastorno toma su nombre de las urracas, aves cuya denominación científica es Pica pica. Y, cuando los objetos ingeridos se acumulan en el organismo, se forma lo que los médicos denominan bezoar, que es el nombre que se da a un conglomerado de cuerpos extraños sin digerir encontrados en el tubo digestivo.
Los bezoares más comunes que pueden hallarse en el interior de una persona son de cuatro tipos: fitobezoar (formado por fibras vegetales), tricobezoar (por pelos), farmacobezoar (medicamentos) y lactobezoar (productos lácteos y derivados). Pero, aunque no son tan comunes como los anteriores, también existen casos de pacientes que ingieren objetos de plástico y de metal, como el del caso que nos ocupa.
Vicente Fernández López