El BMW iX1 es el eléctrico más vendido de la casa. Esto es lo que hay detrás de él
Ya prácticamente no hay ningún fabricante que se escape de la tendencia de los SUV. BMW, tampoco. Empezó la saga con el BMW X5 en 1999 y desde entonces ha ido ocupando todos los segmentos para dar respuesta a las demandas del mercado.
Un camino nada fácil
Entonces, BMW se enfrentaba a un rival colosal. Mercedes-Benz, apenas un par de años antes, había lanzado el ML del que luego derivaron el GLC y el GLE. La manera en la que le plantó cara BMW fue lanzando un X5 que era capaz de ofrecer tracción 4×4 pero sin recurrir a las tradicionales reductoras, sino basando toda su capacidad de agarre en los frenos, el control de estabilidad ESP y la tecnología. La decisión fue un acierto que les animó a seguir por la senda de las X, que en aquel momento, y ahora, no hacen referencia a una red social, sino a los modelos SUV de la casa. Eso les animó a poner en el mercado el BMW X3, que también tuvo que enfrentarse al Audi Q3, y a lanzar en 2009 el BMW Serie 1.
Aquel primer BMW Serie 1 seguía teniendo tracción trasera, como era tradición en BMW y estaba construido sobre la plataforma del Serie 3, pero adaptada a las medidas de este compacto. No fue hasta la segunda generación cuando BMW decidió llevar la tracción al eje delantero obligado en parte por la necesidad de construir una estructura que también sirviera para el Mini Countryman, marca y modelo que pertenecen a BMW.
Todo atrás, ¿o no?
Ahora ya no se cuestiona si un modelo tiene tracción delantera o trasera porque los eléctricos han dado al traste con una discusión que durante años ha alimentado los debates de los aficionados al motor. La profunda transformación que ha experimentado la forma de concebir los coches abre la puerta a nuevas formas de entender el automóvil. Y una de esas propuestas es la que hace BMW con su eléctrico compacto BMW iX1. Está construido sobre la misma plataforma del Serie 1, pero tiene algunas modificaciones sustanciales que es necesario conocer antes de dar el sí quiero.
El BMW iX1 cuenta con el software de carga mejorado del BMW i7 y ofrece una autonomía oficial de 413 km en su versión más potente
La primera es que no está construido sobre una estructura concebida únicamente para vehículos eléctricos. Eso quiere decir que el suelo del piso es más alto porque todas las baterías se sitúan bajo él y que el maletero pierde capacidad respecto a las versiones con motor de combustión.
La segunda que, a diferencia de los coches con mecánica térmica, puede llevar dos motores, uno en el eje delantero y otro en el trasero en la versión más potente de 313 CV. Esto se traduce en una forma de entender la tracción integral que deja en pañales el ingenio mecánico del que en su día alardeaba el X5.
La tercera es que en la mecánica más básica del BMW iX1, de 204 caballos y un solo motor, la tracción es delantera. ¿Una renuncia a los principios de la casa? No, una forma de adaptarse a los nuevos tiempos,
También deberás tener en cuenta que las baterías pesan, y mucho. No solo en el BMW iX1, sino en todos los eléctricos. En este caso supone un incremento de 450 kg sobre los modelos con motor de combustión. Y eso se nota a la hora de conducir, de gastar energía y de las posibles inercias. Para evitarlo, BMW ha hecho un buen trabajo en materia de chasis y suspensiones porque si algo caracteriza a este modelo es su dinamismo. No es un coche de carreras ni lo pretende, pero la deportividad y la robustez le gustan y trata de transmitirlas en detalles como un mayor grosor del aro del volante, las llantas o una capacidad de aceleración 0-100 en 5,7 segundos en la versión más potente BMW iX1 xDrive 30.
Considera, si esta es una de tus opciones de compra, que el BMW iX1 cuenta con el software de carga mejorado que también se encuentra en el BMW i7 y que ofrece una autonomía de 413 – 438 kilómetros en la versión BMW iX1 xDrive30.
Si finalmente te decides por él, recuerda que el precio de salida son 49.100 euros.