Un reciente estudio, liderado por Lauren Roman y publicado en Scientific Reports, señala que, aunque las piezas de plástico duro representa la gran mayoría de los residuos ingeridos, es mucho menos probable que mate a los animales que las ingieren. El verdadero riesgo son los plásticos blandos, como los globos.
“La ingestión de desechos marinos es ahora una amenaza reconocida a nivel mundial – explica Roman – . Sin embargo, la relación entre la cantidad o el tipo de residuos que una ave marina ingiere y la mortalidad sigue siendo poco conocida. Entre las aves que estudiamos, la principal causa de muerte fue el bloqueo del tracto gastrointestinal, seguido de infecciones u otras complicaciones . Aunque los plásticos blandos representaron solo el 5% de la basura ingerida, es responsable de más del 40% de las muertes. Los globos o fragmentos de globos fueron los desechos marinos con mayor probabilidad de causar mortalidad, y mataron a casi una de cada cinco de las aves marinas que los ingirieron. Como hemos demostrado anteriormente en una investigación similar sobre la ingestión de plástico por parte de las tortugas marinas, parece que si bien los fragmentos de plástico duro pueden pasar rápidamente a través del intestino, es más probable que los plásticos blandos se compacten y causen obstrucciones fatales”.
Los datos mostraron que una ave marina que ingiere una sola pieza de plástico tiene un 20% de probabilidad de mortalidad, 9 piezas aumentan el riesgo a un 50%.