Son varios los estudios que habían demostrado que las bebidas carbonatadas y no carbonatados, energéticas y deportivas (SSB por sus siglas en inglés) son la fuente más importante de azúcar agregada en la dieta de muchos países (hasta un 36%).

Aunque su consumo ha estado disminuyendo en la última década, en los últimos tiempos ha habido un aumento entre los adultos, con niveles de ingesta solo de SSB que superan la recomendación dietética de consumir no más del 10% de las calorías diarias de los azúcares agregados. La ingesta de SSB también está aumentando en los países en desarrollo, impulsada por la urbanización y la comercialización de este tipo de bebidas.

Un reciente estudio, publicado en Circulation y liderado por Vasanti Malik, señala que el consumo de una a cuatro bebidas azucaradas por mes se relaciona con un aumento del 1% en el riesgo de muerte prematura por enfermedades cardiovasculares (ECV), pero si son dos o más por día el riesgo aumenta un 21%.

El estudio analizó los datos de 80.647 mujeres y 37.716 hombres a lo lago de más de 20 años. Cada dos años los voluntarios eran sometidos a un control médico.

Los resultados también mostraron que, en comparación con los bebedores ocasionales de bebidas azucaradas, los que bebían dos o más porciones por día, tenían un riesgo 31% más alto de muerte prematura por ECV. Cada porción adicional por día se vinculaba con un 10% más de riesgo de muerte prematura.

«Nuestros resultados – concluye Malik en un comunicado – brindan más apoyo para limitar el consumo de bebidas azucaradas y reemplazarlas por otras bebidas, preferiblemente agua, para mejorar la salud general y la longevidad”.

Juan Scaliter