CIENCIA

Una breve historia de amor de un astrofísico y una sonda espacial

DOÑA ROSITA

Al poco de comenzar mi carrera como investigador en astrofísica la ESA consiguió acercarse al núcleo del cometa Halley y estudiarlo. Era la misión Giotto, en el 86. Ese mismo año comenzaron a soñar con otra sonda capaz de volar junto a un cometa y hasta de descender a su superficie, y seguir su evolución conforme se activaba al acercarse al Sol.

Y casi 30 años después, Rosetta es una apasionante realidad. Toda una generación de científicos que ha pasado muchos años diseñando un viaje que ahora estamos viendo día a día. Es una lección de vida.

Cómo no estar enamorado de esta Rosa.

Redacción QUO

Redacción QUO

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