Una superluna es el momento en el que la luna llena coincide con el perigeo, el punto en el que la órbita de nuestro satélite se encuentra más cercano el centro terrestre. La órbita lunar, una elipse, hace que la distancia entre ambos cuerpo varíe entre los 357.000 y los 407.000 kilómetros. En seis meses, estaremos en el punto más lejano, el apogeo. La diferencia de 50.000 kilómetros es lo que cambia tanto las perspectivas.
Lo que ha hecho que todos hablemos de la superluna en estos días son datos sorprendentes. El lunes 14 de noviembre la luna brillará un 30% más y será un 14% más grande que la luna llena más pequeña que hemos visto este año (en abril). De hecho será la primera del siglo XXI: la última superluna fue visible el 26 de enero de 1948 y no podremos ver otra hasta el 25 de noviembre de 2034. Pese a todo esto, a menos que seamos de aquellos que habitualmente ven la luna, apenas si notaremos las sutiles diferencias.
Para comprenderlo basta estirar el brazo y alzar el pulgar frente a nosotros. El ancho de nuestro dedo es de aproximadamente unos 30 minutos de arco. Esta unidad (equivalente a 1/60 de un grado sexagesimal) se utiliza en astronomía o artillería. Si tenemos en cuenta que un grado es la 360 parte de un giro completo, un minuto de arco es la 21.600 parte del giro. Y ahora volviendo a nuestro dedo: la superluna del lunes será 4 minutos de arco más grande que la presenciada en abril. Es una diferencia similar al ancho de la uña en nuestro pulgar y al ancho del dedo completo. A menos que tengamos un dedo algo deforme, todo lo que se está diciendo sobre la superluna, es demasiado para lo poco que nos daremos cuenta los aficionados.
La siguiente foto, una comparativa realizada por el Museo Victoria, de Australia, muestra a la superluna, a la izquierda y a la más pequeña, observada en abril.
[image id=»85907″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»]Otro ejemplo, esta vez una imagen de la superluna y la microluna del año pasado, realizada por Tomruen
[image id=»85908″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»]Algo que sí puede hacer que nos parezca mucho más grande es su aparición por el horizonte. En ese momento siempre parece que la luna llena es de mayor tamaño y esto podría ser porque tenemos delante objetos como árboles o edificios que nos dan una perspectiva, nos aporta un sentido de la proporción más difícil de conseguir si está en lo alto del cielo.
Así lo explica este video realizado por AsapSCIENCE
La superluna del lunes será un espectáculo digno de presenciar, no tanto porque veremos mucho más de nuestro satélite, sino porque se convertirá en una excusa perfecta para tomarnos un tiempo para mirar hacia el universo. Y es algo que no hacemos frecuentemente.
Juan Scaliter
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